Finaliza el curso “Inocuidad de alimentos. Higiene laboral en áreas industriales y de servicios”, una iniciativa de la Facultad de Química en la Unidad N°4 Santiago Vázquez (ex Comcar), que tiene como objetivo ofrecer a la población carcelaria la capacitación necesaria para obtener los carnets de Manipulador de alimentos en los niveles de operario y decisor, habilitados por la Intendencia de Montevideo (IM). El cierre de la actividad, que incluirá la entrega de los certificados expedidos por la Facultad y de los carnets habilitantes de la IM, contará con la presencia de autoridades de la Unidad y de la Facultad, así también como del Comisionado parlamentario para el Sistema penitenciario, Juan Miguel Petit, y tendrá lugar el lunes 3 de setiembre, a las 9 horas, en el centro penitenciario.
El curso, parte de la nutrida propuesta de actividades de Extensión y Relacionamiento con el Medio impulsadas desde Facultad, estuvo compuesto por doce clases, y tiene como meta capacitar a los internos en la manipulación de alimentos y materias primas en ambientes laborales destinados al procesamiento de alimentos, además de brindar herramientas para la correcta implementación de tareas de higiene en áreas industriales. El programa del curso desarrolla, entre otros puntos, temas tales como la composición química de los alimentos (conceptos de salud, proteínas, lípidos, glúcidos, etc.), enfermedades transmitidas por los mismos, puntos críticos de control en los diferentes productos y procesos, trazabilidad, característiicas de crecimiento microbiano (en relación a ph, tempreratura o actividad del agua, entre otros), rotulación de alimentos para celíacos y derechos del consumidor, condiciones adecuadas para trabajar en la industria alimentaria, entre otros. Todas las clases estuvieron a cargo de docentes de Microbiología, Química inorgánica y Bioquímica de la Facultad de Química.
El carnet habilitante es una acreditación a la cual se accede a través de una prueba de conocimientos que, el pasado 27 de agosto, todos los estudiantes asistentes al curso superaron con excelentes calificaciones. Accedieron así al carnet habilitante de Decisor, el cual los habilita a trabajar en establecimientos alimentarios, y puede suponer, tal como ha ocurrido con generaciones anteriores, una valiosa contribución en la reinserción social de estas personas una vez en libertad.